La semana pasada para experimentar los discretos encantos de un
mortal, tome un transporte público como por segunda vez en mi vida
inmortal, y mientras estaba gozando la simplicidad humana en tan dichoso
recorrido, cual fue mi sorpresa que me topé con un verdadero hijo de
puta que aparte de hipster, comenzó a regañar a dos escuincles por abrir
la ventana y malgastar el aire acondicionado de tan cuidada unidad de
transporte; el mentado susodicho no solo sació sus necesidades
histriónicas regañando a las dos pobres víctimas frente a todos los
pasajeros y haciéndose notar, sino también terminó por ofenderles y
gritar a los cuatro vientos unas clases sobre el calentamiento global
antes de llamarlos ignorantes y bajarse súbitamente del vehículo
(Historia verídica)." Sí así fue cómo el autor se inspiró para escribir
sobre hijos de putas en el cine, ¡imposible no leerlo!
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