Como todos los humanos, tengo muy pocos recuerdos de mi infancia temprana. Los que tengo, sin embargo, son muy vívidos. Me transportan al humor y a la atmósfera del pasado, y siempre trato de traerlos a memoria, para no terminar de olvidarlos. "A medida que perdemos los recuerdos de nuestros primeros años, perdemos parte de nuestra infancia. En esencia, estamos perdiendo todos o casi todos esos eventos que nos ocurrieron." ¿Será que madurar es olvidarnos de nuestra infancia? ¡Qué triste!
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